Dos buenas señales dejó la segunda ronda en el PGA de Wentworth: la primera, que la meningitis que padeció Alejandro Cañizares el mes pasado en Corea del Sur está casi superada y que el madrileño, de 30 años, es segundo en el prestigioso Campeonato de la PGA europea que se disputa en Wentworth (Inglaterra), a un solo golpe del nuevo líder, el italiano Francesco Molinari con 6 abajo.
«Estoy solo un poco débil. Me mareo un poco, no tengo mucha fuerza en el campo. Todo viene desde Corea, en donde me atacó un virus estomacal y una gastroenteritis. Eso hizo que estuviera muy débil. La semana siguiente en China me afectó ese virus a la cabeza. He tenido suerte que era una meningitis vírica y no bacteriana que es la más seria», relató Cañizares aún con síntomas de la enfermedad al European Tour, un jugador que ganó en su tercer torneo del circuito (2006) su primer título y que acumula desde entonces 174 seguidos sin éxito.
El día fue, como el jueves, muy frío (6 y 7 grados). De gorros y abrigo. Molinari se anotó un 68 (-4) para alcanzar el liderato después de 36 hoyos con lecturas: que Miguel Ángel Jiménez los tiene de acero, al atravesar el corte con un heroico 69, en su torneo 600 y sin ritmo de competición; que José Mari Olazábal, otro veterano, también alcanzó el fin de semana, y que otros tres golfistas españoles mostraron que son la elite: Gonzalo Fernández-Castaño, Sergio García y Álvaro Quirós, los tres con uno abajo y en el puesto vigésimo primero.
Para hacerse una idea del mérito de los españoles (también Pablo Larrazábal estuvo a la altura) y de las dificultades del campo, baste señalar que los norirlandeses Rory McIlroy, segundo del ránking mundial, y Graeme McDowell, séptimo del mundo y reciente campeón del Volvo World Match Play, no pasaron el corte. Ambos se quedaron con 6 arriba y con sendas rondas idénticas de 74 y 75 golpes, mientras que el inglés Luke Donald, que buscaba el ‘hat trick’ en Wentworth, tampoco alcanzó el sábado.
Quede escrito que Cañizares comparte la segunda plaza con tres hombres: el escocés Marc Warren, el inglés Mark Foster y el sudafricano George Coetzee.
Con 36 hoyos aún por delante, las condiciones meteorológicas y solo 27 jugadores bajo par es inútil aventurar cualquier pronóstico sobre quién será el ganador. El sábado promete emoción. De momento, el golf español esta ahí, presente en Wentworth y con jugadores que puede que estén en la pelea del domingo.