Extraordinaria jornada la protagonizada por el golfista madrileño, que ha conseguido firmar una de las mejores vueltas del día para darse una oportunidad de luchar mañana con los mejores en un Nordea Masters donde la actuación de la Armada está yendo claramente de menos a más conforme van pasando las horas. ¿El mejor ejemplo de esto? Alejandro Cañizares (68 golpes, -4), que ha subido como la espuma en la tabla hasta el punto de quedarse al borde del Top 10, del que solo le separa un impacto.
Y es que el capitalino repitió la fórmula que el viernes le dio óptimos resultados para estar el fin de semana: siendo agresivo en aquellas banderas donde su juego era propicio para atacarlas y sabiendo capear el temporal cuando vinieron mal dadas. De hecho, de los cinco birdies que consiguió en las 10 primeras banderas cuatro de ellos ya los había logrado 24 horas antes -2, 4, 9 y 10-. Y ahí estaba Cañizares, en el tee del 11 con un -5 en el día y mirando de tú a tú a los líderes.
Por desgracia, la racha se paró en seco con el bogey del 14, error que repitió en el 18. Menos mal que dejó destellos de magia con el eagle en el 16, un grandísimo acierto que le premió con un T11 que sabe a gloria después del aciago inicio con 76 golpes del jueves. Algo similar deberá pensar el barcelonés Eduardo de la Riva (71 golpes, -1), quien le ha dado la vuelta a la tarjeta para tornar sus guarismos en negativo y seguir escalando poco a poco en una tabla donde ya ocupa el T33 –un eagle, un birdie y un bogey tuvieron la culpa del -2 final-.
Quien no tuvo tanta suerte fue Nacho Elvira (75 golpes, +2), el mejor de la Armada durante los primeros 36 hoyos. De hecho, un trágico inicio con cuatro bogeys en las seis primeras banderas le acabó pesando en exceso y se queda con dos sobre par en el T54, muy lejos de los números del líder Chris Wood (68 golpes, -9), que ha dado un golpe sobre la mesa para tomar una ventaja de un golpe sobre Renato Paratore (71 golpes, -8) y Benjamin Hebert (70 golpes, -8) en la lucha por el evento sueco.