Está claro que a 18 hoyos puede pasar cualquier cosa, pero lo que nadie podrá reprocharle ya a Alejandro Cañizares (70 golpes, -9) es no estar en la pelea desde el comienzo. El madrileño, que llegaba a la jornada del movimiento con el liderato en solitario en el bolsillo, continuará manteniendo para el domingo su posición de privilegio, aunque ahora no le ha quedado más remedio que compartirla con un Martin Kaymer (69 golpes, -9) que, como el capitalino, lleva siete años sin conocer la victoria en las grandes giras.
Y todo a pesar de que Cañizares cometió dos doblebogeys en el día que a cualquier otro le hubiesen supuesto una losa muy pesada contra la que luchar. Pero el español está de dulce esta semana. Y lo demostró ya desde el comienzo con cuatro birdies en las seis primeras banderas -todos ellos de manera consecutiva entre el 3 y el 6– antes del primero de los dos contratiempos en el 7. Pero poco le importó al líder que, con un acierto en el 9, se permitió el lujo de volver a fallar en otro par 4 como en el del 10.
Y tras este, un birdie final en el 12 colocó su ronda en el dos bajo par que le permite seguir luchando por el tercer triunfo de su carrera en la gira. Ahora bien, este será el único miembro de la Armada en poder pelear por las primeras posiciones, pues Pedro Oriol (72 golpes, -1) se ha descolgado hasta el Top 25 y se aleja en siete impactos del podio del campeonato. Una posición que comparte con Gonzalo Fernández-Castaño (69 golpes, -1), quien ha bajado de los 70 para aspirar todavía a colarse entre los diez mejores.
Completan la hoja de servicios de la Armada Alejandro del Rey (73 golpes, +2), Emilio Cuartero (73 golpes, +2), Pep Anglés (72 golpes, +3) y Eduardo de la Riva (72 golpes, +3), todos ellos a partir del Top 50.