Casi con toda probabilidad, si ponemos en una balanza los problemas generados por el equipamiento y los ocasionados por el juego lento, habría un alto porcentaje de jugadores que vería mucho más graves los efectos provocados por este segundo factor. Algo de lo que pudimos ser testigos precisamente hace escasos días con motivo de la cuarta y última jornada sobre la hierba del Augusta National. De hecho, y aunque fue algo notable que fue comentado por los aficionados a través de las redes sociales, Brooks Koepka quiso dejar constancia de ello en la rueda de prensa posterior a su actuación.
Después de todo, y dada su conocida rapidez a la hora de ejecutar los golpes, el estadounidense se sintió perjudicado por esta demora de algunos golfistas. Especialmente se encargó de señalar a Patrick Cantlay y a Viktor Hovland, que obligaron a que el último duelo del Masters se fuera casi a las cinco horas. “El grupo que teníamos delante estuvo increíblemente lento. Jon fue al baño como siete veces hoy, pero aún así nos tocó esperar una auténtica barbaridad”, llegó a confesar el deportista del LIV ante los medios de comunicación.
De hecho, son muchos los vídeos que circulan por las redes en los que se puede apreciar con claridad la parsimonia de estos dos jugadores a la hora de efectuar cada uno de sus disparos. Sin embargo, no parece que a Cantlay le hayan importado mucho los comentarios de su compatriota y, lejos de reconocer que hubo un exceso de lentitud por parte de los dos golfistas que acaparaban las fotos en el penúltimo duelo del torneo, se defendió atacando.
“Creo que la sensación que ha tenido Brooks es la que hemos tenido todos en el campo. Cuando nosotros hemos llegado al tee del 2, ya había un grupo en el tee esperando para poder hacer la salida. Nosotros también tuvimos que esperar en cada bandera. Esperamos en la calle del 15, esperamos en la calle del 18… fue un día lento para todos”, sentenció.
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