El recorrido alcalaíno nunca defrauda y en esta oportunidad volvió a dejar claro lo difícil que es hacerle pocas. Sólo once golfistas bajo el par del campo de Von Haggen dejaban constancia de las dificultades de unos greenes terriblemente movidos y que fueron una pesadilla para más de uno.
Incluso para el ganador de la prueba. Carlos Sánchez Molina, que completó el recorrido con 68 golpes forjados con cinco birdies y un fantástico eagle a modo de broche de oro en el 18, sufrió para no entrar en ese oscuro territorio de tres putts en el que invitaba a adentrarse la mayoría de greenes. Pero para Molina ese no fue su único enemigo. En el Circuito de Madrid no solo hay que pelear contra el campo, si no que también hay que tener muy presente el nivel de jugadores que se da cita cada semana y que pueden forzar un play-off en cualquier momento.
Como ya ocurría la semana pasada, este lunes hubo que volver a echar mano del reglamento para saldar la igualdad entre el propio Carlos y Juan Salama, que le esperaba en la Casa Club con una tarjeta con idéntico resultado, y que le hubiera servido para estrenar su palmarés en el tour madrileño. 68 golpes adornaban una vuelta en la que había anotado seis birdies, insuficientes para inclinar la balanza a su favor después de contabilizar cinco birdies y un eagle en la cartulina del ganador.
Entre los golfistas que ganaron al campo hay que destacar el trabajo del amateur Julio Moreno que firmó 71 golpes y que lleva varios torneos metiéndose en las posiciones de privilegio. Entre los sénior, José Antonio Balcones (73) fue el mejor situado, mientras que Marta Muñoz (74) destacó entre las féminas.