Si hay algo que ha quedado claro tras la disputa de la primera jornada de US Women’s Open ha sido la fiereza demostrada por el Lancaster Country Club. Y es que el recorrido de Pensilvania, ayudado por el viento, ha enseñado los dientes a la práctica totalidad del field, posibilitando que solo cuatro de las 156 jugadoras que formaron parte de la primera ronda consiguieran entregar una cartulina por debajo del par del campo. Un grupo en el que, lamentablemente, no se encuentra Carlota Ciganda (72 golpes, +2), única representante de la Armada esta semana.
Eso sí, pese a que finalizó por encima de los 70 impactos, la deportista navarra puede presumir de situarse en el Top 22, solo dos golpes por detrás del Top 5 de la prueba. Todo ello después de un día en el que tuvo verdaderas dificultades para hallar la calle desde el tee. Carlota apenas consiguió un 29 por ciento de acierto en esta materia –cuatro de catorce-, pero lo compensó con un porcentaje superior al sesenta por ciento en cuanto a los greenes en regulación y con 31 putts lanzados.
Números que le permitieron sortear con dos birdies los cuatro bogeys que inscribió en su cartulina a lo largo y ancho de los dieciocho hoyos. De esta manera, la doble campeona en la LPGA se sitúa a dos impactos de una zona alta en la que comanda la acción la nipona Yuka Saso (68 golpes, -2), quien ha sido la única golfista que ha conseguido llegar a los 68 impactos gracias a cinco aciertos y tres errores. Le siguen de cerca de un grupo con hasta tres jugadoras que conforma Andrea Lee (69 golpes, -1), Wichanee Meechai (69 golpes, -1) y la amateur francesa Adela Cernousek (69 golpes, -1).
Mientras, Nelly Korda (80 golpes, +10) ha dicho prácticamente adiós a la posibilidad de acceder al fin de semana después de una primera ronda en el que el séptuplebogey que se anotó en el 12 decidió el transcurrir de la ronda.
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— LPGA (@LPGA) May 31, 2024