Carlota Ciganda no se encuentra a gusto en el campo en estos Juegos Olímpicos, no haya su sitio, prueba opciones pero de manera infructuosa. No trasluce ansiedad, pero la procesión va por dentro. Su sufrimiento comenzó ya en su primer hoyo, cuando envió la bola al agua con su segundo golpe.
Luego recuperó con birdie en el segundo hoyo, pero a partir de ahí dio comienzo un deambular por el campo donde sus mejores acciones estaban destinadas no a arañar golpes al campo, sino a mitigar el efecto de posibles resultados negativos. “Bajar del par en la última jornada es el objetivo”, declaraba con humildad quien no sabe jugar sin plantearse todo tipo de desafíos.
Estas fueron sus declaraciones al término de la jornada:
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