Imaginábamos que Baltusrol iba a ser una dura prueba para los jugadores que se dieron cita este jueves en el comienzo del KPMG Women’s PGA Championship, segundo Major de la temporada en el circuito femenino, pero lo que no esperábamos es que causara una escabechina desde primera hora. Y es que el complejo de Springfield ha conseguido que solo dieciséis jugadoras entreguen cartulinas con guarismos en negativo tras un primer día en el que los birdies se cotizaron muy caros.
De hecho, ninguna de las dos golfistas españolas que hicieron su debut en el Grande consiguieron marcharse a descansar con los guarismos en negativo y lo mejor que pudieron conseguir fue un +1 de la mano de Carlota Ciganda (72 golpes, +1). La deportista navarra, que viene de una grandísima actuación en un Meijer del que se marchó con un Top 8 bajo el brazo, se sitúa dentro del grupo de jugadoras que harían el corte en estos momentos después de unos 18 primeros hoyos en los que mantuvo el positivo desde el inicio.
Un bogey en la primera bandera del día fue el pistoletazo de salida a una actuación en la que, aunque por momentos dio visos de virar hacia el negativo, se acabó instalando en los guarismos sobre par. La española, después de una primera parte del recorrido en la que completó su actuación con dos errores y un acierto, vivió unos nueve hoyos finales en los que se anotó un eagle, dos birdies y cuatro bogeys que le hicieron terminar en un +1 que la lleva al Top 33, tres golpes por detrás de una zona noble en la que lidera la sudafricana Lee-Anne Pace (66 golpes, -5).
Azahara Muñoz (75 golpes, +4), segunda y última española en el torneo, bordea la zona de corte tras entregar una cartulina con tres birdies, otros tantos bogeys y dos doblebogeys en una ronda en la que volvió a destacar la figura de una Rose Zhang (70 golpes, -1) que se sitúa a rebufo de las diez mejores.
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— LPGA (@LPGA) June 23, 2023