El jugador de PING se estrena en la gira con un golf de muchos quilates. Foto: @PGATour
Su grandísimo torneo no podía terminar de otra manera que con la victoria y Cameron Champ (68 golpes, -21) era consciente de ello en todo momento. Por esto el jugador estadounidense se recuperó a las mil maravillas de un inicio nada halagüeño -sumó dos bogeys y un birdie en las doce primeras banderas- para dar un golpe sobre la mesa en la parte final de la vuelta y así llenar de júbilo una vitrina que le ve levantar su primer título en el circuito más exigente del mundo.
Llegaba Champ al último partido del Sanderson Farms Championship con cuatro impactos de ventaja sobre el canadiense Corey Conners (68 golpes, -17), su máximo perseguidor. Y quizá haya sido este su peor enemigo, pues el joven jugador norteamericano se confió hasta límites insospechados. De hecho, Conners llegó a igualarle en lo más alto de la tabla gracias a tres birdies sin errores hasta la llegada del 12, pero entonces el primero engrasó la maquinaria.
Cinco birdies sin fallos en los seis últimos hoyos dinamitaron el torneo y dejaron sin respuesta a Connors, que solo pudo ser testigo de excepción de los aciertos del jugador de Sacramento en el torneo disputado sobre la hierba del CC of Jackson. Un campeonato en el que el mexicano Carlos Ortiz (64 golpes, -15) y el estadounidense Sam Burns (68 golpes, -15) cerraron el podio. El escocés Martin Laird (70 golpes, -13), en la séptima plaza, mejor europeo de la semana.
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