Desde que el covid llegó a nuestras vidas, lo cierto es que el mundo del Golf ha capeado el temporal con mucho mérito. Después de todo, la gran mayoría de torneos que se vieron obligados a aplazarse por culpa de la pandemia se han vuelto a recuperar con el paso de los años y son muchos los torneos de nuevo cuño que han visto la luz -incluso giras enteras-. Sin embargo, hay un punto oscuro entre tanta noticia positiva. Y tiene que ver con China.
El gigante asiático, que en los últimos tiempos venía implantando una política de aperturismo en el Golf y que se había convertido en uno de los socios preferentes de los circuitos norteamericanos -cómo olvidar el PGA Tour China, cuya actividad cesó en 2020-, ha vivido desde hace tres años un proceso de estancamiento por culpa del desarrollo de la enfermedad en el país. Hasta el punto de que no se habían llegado a disputar torneos profesionales en estas tierras desde que se declaró la pandemia.
Todo parecía que iba a quedar atrás el próximo 9 de marzo, cuando estaba previsto que comenzara The Blue Bay LPGA en la isla de Hainan. Y sí, hablamos en pasado porque a través de un comunicado transmitido a los medios de comunicación este miércoles, hemos conocido que el campeonato no se llevará a cabo debido a “asuntos relacionados con la covid-19”. Un jarro de agua fría para la gira americana, que buscaba afianzar los lazos otorgando a China el último de los tres torneos de un Asian Swing que sí visitará Tailandia y Singapur.
Así pues, decimos adiós al primero de los dos torneos de la temporada que debía conducirnos a este país y cruzamos los dedos para que octubre sea la fecha en que pueda jugarse el Buick LPGA Shanghai y podamos así poner fin a una racha de cuatro años sin torneos en China.
LPGA Media Alert: @LPGA Tour Statement on the Blue Bay LPGA pic.twitter.com/54KjabLyhJ
— LPGA Media (@LPGAMedia) February 1, 2023