La ciudad de Kohler, en Wisconsin, es un horno (más de 37 grados), y el campo de Blackwolf Run, sede del tercer ‘major’ de la temporada, el US Open, un Ogro: solo 14 de las 156 jugadoras lograron bajar del par, una de ellas la navarra Beatriz Recari, con -2 y a un golpe del trío norteamericano que lidera el torneo formado por Lizette Salas, Cristie Kerr y Brittany Lincicome (69 golpes).
“Hace mucho calor. Estar hidratada y preparada para las condiciones será un factor importante en este torneo”, dijo Paula Creamer, campeona en 2010. “Va a ser una tortura. Las que estén en mejor estado físico tendrán una ventaja considerable”, agregó.
Debido a las altas temperaturas, la USGA dispuso que las botellas de agua tendrán precio de “dos por uno” para los espectadores y toallas heladas estarán disponibles para las jugadoras y caddies en cada tee de salida.
Beatriz Recari completó un sensacional debut en el US Open 2012, igualada con la japonesa Ai Miyazato y las locales Jennie Lee y Lexi Thompson, esta última con sólo 17 años.
La dureza de la jornada se expresó de muchas maneras en el Blackwolf Run. Por ejemplo, con los 72 golpes de la taiwanesa Yani Tseng, la líder mundial a quien le falta este torneo para completar el Grand Slam porque nunca se adaptó a él.
Azahara Muñoz, en cambio, sobrellevó muy bien la aspereza de la jornada inaugural y, aunque sobre par, firmó un 71 (+1) para el puesto vigésimo cuarto y bien situada para posteriores batallas.
Belén Mozo y la debutante Carlota Ciganda sellaron 74 golpes, buenos si se comparan con la gran cantidad de 78, 79 y 80 golpes que muchas escribieron en sus tarjetas.