No es la manera que hubiésemos deseado empezar el tercer Grande de la temporada en el circuito femenino, pero tocará remontar. Esta es la premisa con la que saldrá este viernes al Kemper Lakes Golf Club de Kildeer (Illinois) la Armada española después de unos primeros 18 hoyos en los que, quitando la actuación de Carlota Ciganda (70 golpes, -2), el positivo formó parte de la tarjeta de todas nuestras jugadoras y en estos momentos se encuentran fuera del corte virtual de este Women’s PGA Championship.
Pero hablemos primero de lo positivo, que no es otra cosa que el gran inicio de la jugadora navarra. Ciganda entregó una cartulina con un dos bajo par que resultó suficiente para ocupar uno de los 15 primeros lugares de la clasificación. Dos birdies sin errores en el día logrados en los pares 4 del 5 y el 9 la sitúan a solo un golpe del Top 10 y a cuatro de la surcoreana Sung Hyun Park (66 golpes, -6).
Pero más allá de la clasificación, hemos de quedarnos con las grandes sensaciones de la pamplonica, quien ha establecido grandes estadísticas tanto en lo que se refiere a calles cogidas –doce de catorce– como de greenes en regulación –catorce de dieciocho– y tan solo ha pinchado un poco en sus impactos alrededor de bandera –30 en la ronda- para ser una de las mejores jugadores europeas hasta el momento.
No pueden decir lo mismo las otras tres españolas que participan en el evento, con Azahara Muñoz (74 golpes, +2), Luna Sobrón (74 golpes, +2) y Beatriz Recari (74 golpes, +2) con los mismos números pero con rondas bien distintas. Y es que mientras que la balear se ha despedido de la vuelta inaugural con una cartulina con dos solitarios bogeys sin aciertos y la navarra lo ha hecho con un birdie y tres bogeys, la de San Pedro de Alcántara ha vivido algún que otro vaivén más con tres birdies, tres bogeys y un doblebogey. Nada a lo que las nuestras no puedan hacer frente.