En la tercera ronda de The PLAYERS, Wyndham Clark llamaba a un árbitro después de enviar su golpe de salida al rough en su hoyo inicial. Con ello Clark buscaba confirmar si su bola estaba enterrada o no. El árbitro dictaminó que su bola no estaba enterrada y que Clark debía jugarla tal como estaba. A partir de ahí, el estadounidense se sacaba de la manga un golpazo desde 120 metros con el que dejaba la bola a poco más de uno con el que anotaba el birdie. Sin duda uno de los golpes de la semana.
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