Seguramente recuerden la historia que les contábamos hace unas semanas y que tenía como protagonista a Cody Blick, un jugador que se ganó el derecho a participar durante la próxima temporada en el Web dot com después de lograr la heroica durante la última ronda de la escuela al clasificarse con unos palos alquilados tras la sustracción de los suyos. Pues bien, según hemos podido saber gracias a Golf Channel la historia ha tenido un final feliz, aunque con un desarrollo algo peculiar.
Todo comenzó en una tienda de Arizona, a la que un hombre sin hogar se dirigió para tratar de conseguir algo de dinero para pagarse una habitación de hotel. “¿Tienes algo para vender?”, le preguntó en esos momentos la dueña del establecimiento. En esos momentos el hombre puso encima de la mesa una bolsa Titleist con catorce palos de Golf en su interior. Un objeto por el que esta mujer le abonó a aquel hombre 75 dólares en metálico.
Tras marcharse de la tienda la mujer comenzó a investigar sobre la procedencia de estas herramientas, máxime cuando en los wedges aparecía grabado el apellido Blick. Obviamente se dio de bruces con la historia del joven jugador norteamericano y se apresuró a buscar en las páginas blancas el contacto de algún familiar para avisarle de la aparición. Y casualidades del destino dio con Carla Blick, madre del jugador, que se apresuró a contarle todo a su hijo.
“A decir verdad estaba muy emocionado, pero a la vez era un poco escéptico por la forma en que se habían desarrollado los acontecimientos”, comentó el propio golfista, quien acudió a un amigo para que ejerciera de intermediario entre la mujer que tenía los palos y el propio jugador. Y por un módico precio de 300 dólares los palos volvieron a su legítimo dueño -la bolsa no estaba incluida en el lote-. Unas herramientas que, aunque es cierto que no las utilizará al proporcionarle Titleist unas hace varias semanas, está considerando exhibirlas en un expositor para recordar para siempre esta rocambolesca historia.