Hay titulares que lo dicen todo y al tiempo siembran la duda. ¿Cómo hay que jugar para ganar en un campo como El Encín, con 66 golpes y sólo nueve palos?. Pues hágase una pregunta más, ¿de dónde se sacan las fuerzas para semejante gesta después de comenzar con nueve golpes en el hoyo 18, el primero hoyo del día para Colomo? Si ha sido capaz de contestar a la pregunta es que es usted un clon de Colomo.
Bromas aparte, lo cierto es que nadie creía lo que estaban viendo. Ni sus compañeros de partido, ni por supuesto su entrenador, Kiko Luna, cuando le ha dado el ‘parte’. Pero volvamos al tee del 18, donde se ha empezado a pergeñar la gesta. “Me creía Tiger en el segundo golpe –bromea Colomo- pensaba que llegaba fácil pero me han faltado como 12 metros a green y la bola ha caído al agua, y claro se te queda un tiro muy largo desde el dropaje, tenía hierro 3, la he retenido un poquito, ha pegado en la piedra, se ha ido al bunker de la izquierda…en fin, cuádruple bogey para comenzar. Ha sido una victoria muy especial”.
El otro detalle del día ha sido el tema de los palos. “Me he vuelto un poco loco esta mañana”, asevera el ganador mientras expone sus motivos para sacar cinco palos de la bolsa. “Tenía unos entrenamientos que hacer en el campo y que no pude completar por que he estado con fiebre, así que he decido sacar estos palos. Esto me ha hecho tener la cabeza mucho más centrada en el golpe que iba a dar y estar mucho más firme en la toma de decisiones”.
Una decisión arriesgada pero acertada y más meritoria si cabe, al hacerlo frente a un plantel de jugadores que no da margen a los errores. De hecho fue un solo golpe el que le dio la victoria al ponerle por delante de Sebastián García, que llegaba a El Encín con ganas de resarcirse del corte fallido en Eslovaquia, y Pablo Herrería como los mejores exponentes de los trece profesionales y un amateur que lograron ganar al campo de Alcalá de Henares. Por cierto, que hay que poner en valor el quinto puesto del aficionado Javier Herránz que firmó 69 golpes.