El proceso de clasificación para el equipo europeo de la Ryder Cup que se dará cita el próximo año en el Hazeltine Golf Club de Minnesota arranca esta semana. El Skolkovo de Moscú será testigo del primer evento en el que los jugadores europeos lucharán por un puesto en el combinado capitaneado por el norirlandés Darren Clarke. Por primera vez en mucho tiempo la mayoría de puestos están abiertos, algo de lo que presume el deportista británico.
“Para hacerlo un poco más divertido y ganar unos pocos dólares, ¿quiénes crees que serán los 12 jugadores que representarán a Europa el mes de septiembre en Estados Unidos?”, le preguntó Clarke a un periodista, clara muestra de lo complicado que va a ser conseguir un puesto en el equipo.
Sólo dos golfistas parecen contar con todas las papeletas para hacerse un hueco entre los 12: Rory McIlroy y Justin Rose. Y otros tres que lo tienen todo encaminado para lograrlo: Sergio García, Henrik Stenson y el alemán Martin Kaymer –que casualmente el próximo curso lo veremos poco por el PGA Tour-.
En el pasado, se podía haber elegido a más de la mitad del combinado sin apenas pensar un segundo. En esta ocasión todo es más difícil. En primer lugar, por los que han dejado de estar. Es el caso de Lee Westwood, Graeme McDowell e Ian Poulter, otrora componentes indispensables del viejo continente. La última temporada no ha sido la mejor para ellos. Deberán mejorar mucho en los próximos doce meses si quieren tener alguna posibilidad de acudir a la cita.
Por otro lado, los que aprietan desde abajo. David Lingmerth, Bernd Wiesberger, Joost Luiten, Francesco Molinari, Tommy Fleetwood, Marc Warren, Matt Fitzpatrick, o el reciente ganador del Masters de la República Checa Thomas Pieters son sólo una pequeña muestra de la cantidad de jóvenes talentosos que están saliendo de nuestro continente. Muchas y muy diversas posibilidades donde elegir. En un año saldremos de dudas.