A John Daly se le acaba la paciencia. El golfista californiano debuta esta semana en el Valspar Championship de Florida, pero antes de partir hacia allí charló con los periodistas del programa Tuesday Night, de la emisora capitalina SiriusXM.
Allí, Daly abrió la caja de Pandora confirmando que este sería el “quinto o sexto año consecutivo” que era seleccionado “al azar” para pasar las respectivas pruebas de drogas, lo que considera una “broma de mal gusto”.
Daly, conocido en el circuito por sus extravagancias a la hora de elegir vestuario, no se mordió la lengua a la hora de criticar a los altos estamentos del PGA Tour y afirmó que es tratado “injustamente” por los problemas que tuvo en el pasado con el alcohol.
“Este conjunto de pruebas es un chiste. Va a ser el quinto o el sexto año consecutivo que voy a enfrentarme a los test de drogas. Estoy muy cabreado porque tengo la sensación de que esto me va a perseguir durante toda la vida”, afirma Daly. El jugador de 48 años, que se expone a una multa por estos comentarios, considera que estas pruebas no hacen más que reivindicar que si una vez cometió una imprudencia se lo van a recordar el resto de su carrera. “Estoy cansado de esto. El azar no te sonríe tantas veces. Si Andy Pazder y Tim Finchem escucharan estas declaraciones, me gustaría que bajasen aquí y lo arreglaran”.
Poco después el PGA Tour emitió un comunicado afirmando que «John Daly nunca ha sido un objetivo del Tour» y que «no es cierto que los jugadores sepan cuando se les va a hacer el test«.
El PGA Tour implementó las pruebas de drogas en julio de 2008 y emitió su primera suspensión en 2009 al golfista Doug Barron, en lo que se describió como “una selección al azar”. La política del circuito permite realizar estos test tanto dentro como fuera de los torneos, hecho que ha generado una fuerte polémica desde su instauración, hasta el punto de que varios golfistas hayan calificado estas medidas como una violación a la intimidad.