Aunque parezca mentira seguimos impresionándonos con el mal genio de John Daly. Y eso que, como suele decirse, estamos curados de espanto. A lo largo de los años le hemos visto discutir con una de sus exmujeres y tirar 55 mil dólares por la ventana de su casa, reconocer que en más de una ocasión ha jugado una ronda de resaca e incluso aparecer vestido con uno de sus célebres atuendos en una cena de etiqueta, pero lo de esta semana en el Champions Tour ha superado todas las expectativas. Para mal, claro.
No es que llevara a cabo un torneo deficiente–que también- pero los nervios le jugaron una mala pasada al doble campeón de Majors. Y es que dos días de fallos con el palo en las manos, unido a un inicio de domingo en el que no le salió nada, acabó provocando que el estadounidense la pagara con su putter momentos antes de que comunicara a los oficiales del Allianz Championship su retirada por “una serie de dolores de origen nervioso”, como se encargó de relatar poco tiempo después.
Bogeys al 2, al 6 y al 7 e, inmediatamente, el deportista californiano dijo basta a su manera: cogió el putter y, como ya hiciera en el PGA Championship de 2015 con su hierro 7, lo lanzó al agua con una frialdad absoluta. Y es que según apunta Links Magazine, el jugador de 50 años recogió sus cosas y se marchó sin hacer ruido tras el incidente del lago, un numerito que ya le hemos visto interpretar en otras ocasiones y que no deja en buen lugar su respeto al juego.
Here’s the top of the Super Stroke grip on Daly’s putter sticking out of the lake in back of 7. pic.twitter.com/lT4FOcSXWT
— Dan Hauser (@DanHauserGolf) 12 de febrero de 2017
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