Además de la habilidad, la mayor diferencia entre los golfistas asentados en el PGA Tour y los jugadores amateur se nota cuando hay un mal golpe de por medio. Si lo hace un jugador Top multitud de personas se agolpan y se muestran dispuestas a colaborar para encontrar el objeto perdido, algo que agradece el jugador.
Sin embargo, si el protagonista de la historia es un joven que acaba de llegar al circuito lo más normal es que sólo unas cuantas personas vayan a investigar dónde puede haber aterrizado la pelota.
Es lo que sucedió durante la segunda ronda del pasado BMW Championship. Daniel Berger, que al final logró acabar segundo a seis golpes de Jason Day, estaba teniendo una jornada para enmarcar. Acumulaba siete birdies sin fallo y esperaba aumentar la renta en el par 5 del hoyo 14. No obstante, un mal golpe del joven estadounidense hizo que la bola fuera a parar lejos de los ojos de todo el mundo.
A pesar de que los espectadores y los voluntarios intentaron ayudar nadie la consiguió encontrar. Y eso que Berger puso todo su empeño, incluso llegó a ofrecer 500 dólares al primero que la localizase. Sí, han leído bien.
“En un momento se agolparon buscando la bola unas 25 personas. Fue entonces cuando ofrecí la recompensa de 500 dólares. Iba en serio. Comenzaron a buscar con más ganas. Encontramos unas 20 pelotas, pero ninguna era la mía. Si hubiésemos tenido 10 minutos, probablemente, la hubiésemos encontrado”, confesó el norteamericano ante los periodistas.
Berger tuvo que volver al tie con su segunda bola y logró que el mal fuera menor consiguiendo un bogey. Así y todo, firmó su mejor torneo como profesional. Este jugador natural de Florida se embolsó el domingo 891mil dólares y dio el mayor salto de la semana en la lista de la FedEx Cup –avanzó desde el puesto 46 al 9- para convertirse en el único novato que estará esta semana en el Tour Championship. Si sigue a este ritmo dentro de poco podrá dejar de ofrecer dinero para que le localicen la bola, porque se lo harán gratis.