Al igual que sucediera en la jornada sabatina Rafa Cabrera-Bello empezó como un auténtico cohete sus primeros nueve hoyos. Hasta el punto de que, pasada la octava bandera, su tarjeta reflejaba ya cuatro birdies sin error. Un resultado que llegó a raíz de un juego preciosista efectuado por el grancanario, que cogió a las mil maravillas el toque de la bola y los greenes. Sirva como ejemplo este tirazo espectacular del español en el 8. Un approach colosal con un backspin perfecto que estuvo muy cerca de significar un eagle.