Ya hace prácticamente un año de la última aparición pública del mediático entrenador David Leadbetter. Fue en una nota de prensa publicada en su página web a raíz de la finalización de la relación laboral junto a la ex número del mundo Lydia Ko. Y lo cierto es que no dejó títere con cabeza después de criticar duramente a los padres de la jugadora, a los que llegó a señalar como una rémora para el futuro de la neozelandesa. “Su padre es un golfista frustrado. Escuchó cantos de sirena de que su hija debía cambiar de swing y dejamos de trabajar juntos. Aunque ya se ha demostrado que no siempre la hierba es más verde al otro lado de la colina”.
Un zasca en toda regla que supuso un silencio continuado… hasta hoy. Y es que este mismo lunes el entrenador ha confirmado que ha aceptado la llamada de Patrick Reed para unirse a su equipo desde esta semana. Una relación que se empezó a fraguar durante la disputa del Valspar de la semana pasada cuando Justine, mujer de Reed, envió un mensaje de texto a Leadbetter el jueves por la tarde para ver si era posible dar una clase con su marido antes de la segunda ronda para tratar de levantar el 77 del primer día.
Leadbetter aceptó de buena gana y, a pesar de que no pudo corregir el derrumbe del estadounidense, el vigente campeón de la Chaqueta Verde volvió a quedar con el instructor el sábado para seguir progresando. Tan impresionado quedó con sus consejos que a partir de este WGC-Match Play se ha convertido en su entrenador de confianza para afrontar los próximos retos. Una decisión que deja en tela de juicio su relación con su instructor de swing Kevin Kirk, al que de momento sigue conservando a su lado.