Nadie dudaba hace un par de años de que la carrera de David Puig se encaminaba directamente al PGA Tour. Sin embargo, la aparición en el horizonte del LIV Golf le ha cambiado los planes por completo al jugador barcelonés. Ya en 2022, durante la primera incursión de la gira árabe entre los grandes, disputó tres torneos -dos de ellos como amateur-, y este 2023 seguirá enrolado en el circuito después de producirse una modificación sustancial en su estatus. Puig ha considerado la propuesta de la organización que dirige Greg Norman y, tras su salto al mundo profesional, tendrá un contrato -de la misma manera que Sergio García o Eugenio López-Chacarra-.
Será un contrato parcial que, dependiendo de los resultados de la primera parte de la temporada, le permitirá o no participar en la segunda. Económicamente no había dudas, pues los últimos clasificados de los eventos se embolsan un mínimo de 120 mil dólares. Sin embargo, este nuevo paso le ha obligado a terminar antes de hora su etapa universitaria y le ha cerrado algunas puertas en los últimos meses. El ejemplo más claro es no haber podido disputar el Open de España debido a las presiones por parte del DP World Tour. Pero no es el único.
Y es que, según hemos podido conocer hace escasas horas, el PGA Tour ha movido ficha en su intento de detener el trasvase de jugadores de la gira americana a la gira árabe y ha hecho pública una nueva regulación que impide a los no miembros participar en “torneos no autorizados” bajo pena de no poder competir en ningún campeonato sancionado por el PGA Tour en un período de un año -esto sirve tanto para el PGA Tour como para el Korn Ferry y su Q-School-. Esta normativa entró en vigor a comienzo del curso en Estados Unidos y afecta en gran medida al deportista catalán.
Y es que, al coincidir el evento disputado en Chicago -el primero como profesional- con el inicio de la temporada en el PGA Tour con el Fortinet Championship, Puig -en su condición de no miembro- no podría volver a jugar en el circuito hasta septiembre de este año. Un revés que podría tener o no consecuencias en virtud de sus resultados de los próximos meses.
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