Ha sido uno de los golpes de la semana en The Barclays, y nos atreveríamos a decir que se trata de uno de los grandes putts del 2016. El autor no podía ser otro que el número 1 del mundo, Jason Day, que consiguió un birdie cuando muchos dudaban de que pudiera lograr ni tan siquiera el par. Y no es para menos. La bola se encontraba en el green del 16, pero a 21 metros del agujero y rodeada por numerosas caídas a un lado y a otro que hacían difícil adivinar la trayectoria final.
El australiano no se puso nervioso. Miró, disparó y la pelota fue tomando el rumbo correcto. La señal de OK de Tony Finau cuando encaraba el hoyo era signo inequívoco de que iba adentro. Y así fue. Ni el propio Day daba crédito a lo que acababa de embocar. Vamos, ni él ni el público, que alucinó con este larguísimo golpe.
Here he comes…
Jason Day is two back. https://t.co/NUhbbkrcZP
— PGA TOUR (@PGATOUR) 28 de agosto de 2016






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