Todo se decidirá el domingo. Con esta sensación se marcharon los espectadores del Bay Hill después de la jornada sabatina. Y no es para menos. El australiano Jason Day (-13) sigue por tercer día consecutivo ostentando la primera posición en el Arnold Palmer Invitational, pero la distancia respecto a sus rivales es cada vez menor gracias a la actuación de dos invitados inesperados: los estadounidenses Troy Merritt y Kevin Chappell –once bajo par cada uno de ellos-, que han logrado junto al surcoreano Byeong-Hun An el mejor registro del día y han podido alcanzar en la segunda posición al sueco Henrik Stenson.
El golfista oceánico, a pesar del -2 que campea en esta tercera ronda en su tarjeta, no ha tenido una de sus actuaciones más brillantes de los últimos tiempos. De hecho, no han sido pocos los golpes que han ido a parar al bunker –por no mencionar la bola al agua del 11 que le ha costado uno de los dos bogeys del día- y que el aussie ha tenido que solventar con magia desde la arena.
Tal y como sucediera ayer, Day ha aprovechado las oportunidades que le han surgido con los golpes de approach y ha convertido cuatro birdies, suficientes para contrarrestar los dos bogeys concedidos en su recorrido.
De estos errores es de lo que se han aprovechado Merritt y Chappell. El primero, sobre la bocina después de una segunda parte de vuelta con grandes altibajos –cuatro birdies y dos bogeys-. Chappell, en cambio, lo ha conseguido gracias a un ejercicio de paciencia y con solo un fallo en sus guarismos.
Dos maneras de llegar, en este caso, a empatar en la segunda plaza con Stenson, quien ha igualado la tarjeta de Day y no ha podido restarle ningún golpe al australiano.
McIlroy (+1), por su parte, sigue con su particular pelea contra él mismo ejemplificada en el hoyo 3, donde llegó a mandar dos bolas al agua. Tres doblebogeys y tres birdies que le vuelven a colocar en positivo y dejan en el aire su estado de forma a escasas tres semanas para el Masters de Augusta, el primer Grande del año.