Los prismáticos de un árbitro no fueron suficientes para identificar la bola de Jason Day tras alojarse en el nido de un pájaro después de fallar el golpe desde el tee del 16. Fue un fotógrafo acreditado en el torneo armado con una gran lente en su cámara quién contribuyó a dejar claro que esa bola era la del australiano y de esa forma poder droparse en ese lugar a los pies del árbol tal y conforme indican las reglas.