No será recordada esta primera jornada del BMW PGA Championship como la mejor en cuanto a la actuación de la Armada se refiere, pero al menos podemos afirmar que tenemos a un integrante en la zona alta y que otros dos han tenido la osadía de huir del par en un día propicio para entregar la tarjeta con algún que otro bogey.
Y es que Wentworth es lo que tiene, el más mínimo fallo es castigado con severidad –y si no que se lo digan a Alejandro Cañizares (78 golpes, +6), que se ha ido al fondo de la tabla después de una ronda para olvidar-.
Pero hablemos de los aspectos positivos que ha tenido este jueves para los nuestros, que son unos cuantos. Como la actuación del barcelonés Eduardo de la Riva (69 golpes, -3), que se ha posicionado realmente bien de cara al viernes. En estos momentos ocupa el T14, a solo dos impactos de la segunda plaza y a tres del sueco Johan Carlsson (66 golpes, -6), primer líder de esta inauguración de las Rolex Series en el circuito del viejo continente.
Cuatro birdies le han permitido al catalán ser el mejor español sobre el campo en unos 18 hoyos donde su paisano Pablo Larrazábal (71 golpes, -1) ha tenido la ocasión de irse a Casa Club con unos guarismos por debajo del par del campo. Un golpe por detrás aparece Jorge Campillo (72 golpes, Par), quien ha llenado la tarjeta de errores y aciertos –cinco para ser exactos- y ocupa el T50.
Adrián Otaegui (73 golpes, +1), pese a su doblebogey del 18, ocupa en este momento una de las últimas plazas que daría derecho a jugar el fin de semana. No pueden decir lo mismo Álvaro Quirós (74 golpes, +2), Carlos Pigem (74 golpes, +2), Pep Anglés (75 golpes, +3), Nacho Elvira (75 golpes, +3) y el mencionado Cañizares, aunque se guardan una oportunidad para pasar el corte en los segundos 18 hoyos.