El americano conectó un golpe sublime en esta bandera que generó una increíble respuesta por parte de los aficionados que siguieron su ronda
Esperaba la ocasión perfecta para hacerlo y ésta llegó durante la ronda del sábado, cuando al norteamericano le acompañaba una brisa a favor en el hoyo 6. DeChambeau sacó el driver de su bolsa y empezaron a escucharse los murmullos de los espectadores que se encontraban siguiéndole. Lo que vino a continuación fue magnetismo puro y duro. El norteamericano le pegó con el alma a esa bola -que salió a más de ¡¡312 kilómetros hora!!- y la gente estalló de júbilo. Más aún unos segundos después, cuando la bola sobrevoló el agua para alojarse en el rough cercano al green. Un golpe que le facilitó la tarea de lograr el birdie con el que empató en lo más alto de la clasificación.






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