Les comentábamos hace justo 24 horas que el Arnold Palmer Invitational se encontraba muy igualado en la parte alta, pero que en el mismo sobresalían los nombres de Bryson DeChambeau (71 golpes, -11) y Lee Westwood (73 golpes, -10). Dicho y hecho. En esta ronda final sobre Bay Hill se volvió a escenificar que lo vivido en los compases finales de la ronda sabatina no fue fruto de la casualidad y norteamericano y europeo nos brindaron un gran espectáculo en el primero de los grandes torneos que nos esperan este mes de marzo. Un evento en el que se acabó imponiendo la sobriedad del jugador de las barras y estrellas.
Y eso que al bombardero americano le costó entrar en juego, pues una mala salida desde el tee le acabó condenando al primer bogey del día en el hoyo 1. Eso sí, ni siquiera este imprevisto hizo mella en su juego. DeChambeau sabía lo que quería, cómo lo quería y, sobre todo, cuándo lo quería. Los pares 5 fueron su tabla de salvación para que en la cuarta y en la sexta bandera pudiera salir con acierto y darle la vuelta a la cartulina y, una vez que se cercioró de que Westwood no estaba teniendo su mejor arranque, se preocupó únicamente de vigilar su espalda.
Una estrategia tan válida como la de salir al ataque desde el minuto 1. Con Corey Conners (74 golpes, -8) dando golpes sobre la lona desde el término de la primera parte del recorrido -el canadiense completó las nueve primeras banderas con dos bogeys sin aciertos-, DeChambeau se limitó a contemporizar y a vigilar de cerca cada golpe de su compañero de ronda. Y a pesar de que al término del 11 las espadas se volvieron a poner en todo lo alto tras un acierto del inglés, un nuevo error del británico en el 14 volvió a colocar las cosas tal y como estaban 20 minutos antes. A partir de aquí nada se movió. Ni siquiera en el 16, donde Westwood tuvo la oportunidad de hacer el birdie desde algo menos de dos metros.
De este modo, el deportista de Modesto se adjudica su octavo título en el PGA Tour y se coloca líder de la FedEx Cup, nada mal para iniciar este espectacular mes de marzo que nos ha de conducir en apenas cuatro semanas a Augusta para el primer Grande del curso.