El jugador estadounidense convirtió un purito de unos 18 metros para dejar visto para sentencia el campeonato tras una grandísima actuación
Sin lugar a dudas fue el golpe del campeonato. Bryson DeChambeau se encontraba en el par 5 del hoyo 16 cuando, teniendo la bola en las proximidades del green, se sacó de la chistera este increíble putt desde unos dieciocho metros para sentenciar a su compatriota Patrick Cantlay y hacer justicia a lo que habíamos visto a lo largo de la semana. Un increíble purito que, como no podía ser de otra manera, contó con una celebración acorde. Gritos, puños al aire… el californiano sabía que este golpe le acercaba como nunca antes al triunfo.






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