Cuando uno entra en las Redes Sociales de Jon Rahm y ve su tarjeta de presentación en cualquiera de sus cuentas, podemos leer una frase en la vemos quienes son sus patrocinadores y la importancia de los mismos: «Proudly sponsored by Callaway, TravisMathew, Blue Yonder, Rolex, Mercedes-Benz, Maestro Dobel, Santander & Silverleaf Club». Sin embargo en todas las imágenes en las que hemos visto al de Barrika esta semana, no aparece logo alguno.
Y es que en la vestimenta del español tan solo se distingue la cabeza de león que sirve de logo a su equipo, Legión XIII, mientras que en su gorra vemos el logo completo. Muchos dirán que, que más da si el jugador vasco se embolsaba unos 500 millones de dólares por su fichaje, pero hay que tener en cuenta la dificultad de encontrar grandes patrocinadores, y sobre todo por las restricciones encontradas tras su fichaje.
Situación que contrasta con la de otros jugadores. Solo hay que ver a Brooks Koepka quién es la moneda opuesta. El estadounidense sigue vistiendo la marca que le patrocina (Nike) y no se ve ni rastro de la marca LIV en ella. O Dustin Johnson que luce en su gorra la firma de la que es uno de los grandes embajadores a nivel mundial, Taylor Made.
Según diferentes fuentes, el LIV Golf es propietario del 75% de cada franquicia mientras que el 25% restante pertenece al capitán; además el capitán cuenta con un porcentaje de todos los ingresos que produzca su equipo.
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