Muchos lo intentaron, pero lo cierto es que nadie consiguió meterle miedo a Shane Lowry en la última jornada del Open. El irlandés, que contaba con un cómodo colchón de golpes, se alió con la climatología para ponerle las cosas complicadas a sus rivales. Pero aun así muchos se las ingeniaron para conseguir auténticos golpes de calidad. Y no hay más que ver este extenso resumen de lo mejor de la cuarta jornada para percatarse de ello.