Lo que es el estado anímico. Hace unos meses el de Columbia era un golfista frágil, con una gran pegada pero con una capacidad también enorme para liarse en los momentos importantes. Ahora parece otro. Desde que consiguió el US Open en Oakmont hace apenas tres meses, el estadounidense ha sumado dos victorias más en el Bridgestone Invitational y en el BMW Championship en la que ya es la mejor temporada de su carrera. Y no solo eso, ¡es que hasta cuando piensa que ha dado un mal golpe le sale bien!
Le sucedió en la primera ronda del Tour Championship. En el tee de salida del hoyo 1 conectó un impactó bastante malo que le llevó la bola directamente a uno de los bunkers, cerca del talud. Y allí estaba DJ, frente a la bola y con los pies metidos en la arena. Apuntó, disparó y… no le gustó en absoluto. Juró en arameo antes de ver volar la pelota. Pero cuando alzó la vista comenzó a vislumbrar cómo ésta iba tomando una dirección perfecta. Dicho y hecho, la bola se quedó a 60 centímetros del agujero para alegría del público presente en el green del 1. ¿Convertir un mal golpe en un birdie dado? Chupado con DJ.
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