Para que se hagan una idea de lo conseguido por Dustin Johnson en este atípico curso, tenemos que detenernos en la enorme lista de ganancias del estadounidense. Y es que los tres triunfos en el Travelers, Northern Trust y Tour Championship -lo que le ha supuesto al norteamericano en este último caso un bonus de 15 millones-, le han supuesto al número 1 mundial unas ganancias totales de 20,8 millones de dólares o, dicho de otro modo, un montante que sólo superan las ganancias totales de 77 jugadores a lo largo de la historia del PGA Tour.
Un dato muy a tener en cuenta para calibrar la magnitud de lo logrado por el norteamericano, que desde aquella lesión de espalda producida en la previa del Masters de Augusta de 2017 al caerse por unas escaleras en su casa de alquiler no había atravesado por un momento tan dulce. Ahora, DJ acudirá la próxima semana al Winged Foot neoyorquino como el principal favorito para lograr su segundo US Open y así seguir con una racha que se extiende desde finales de junio y que prueba cómo a sus 36 años está viviendo su segunda juventud dorada en este deporte.
“Cuando pasé por las tres etapas de la Escuela en el año 2007 y obtuve mi tarjeta del PGA Tour, creo que me dieron un cheque de 25 mil dólares”, confesó Dustin al recibir el cheque de 15 millones este pasado lunes. “En esos momentos pensé que era rico, porque probablemente sólo tenía en la cuenta corriente un par de cientos de dólares”, afirmó entre risas el mejor golfista del planeta a día de hoy.
Un premio que fue creciendo con el paso de los años, tal y como demostró su Top 10 la temporada siguiente en el Sony Open, el primer campeonato que jugaba como miembro de pleno derecho del circuito norteamericano. “Fueron cien mil dólares o algo así. Obviamente era mucho dinero para mí, así que esto… Le estoy muy agradecido a FedEx, pero para mí el dinero no es lo que más importa. Le doy mucho más valor al trofeo por todo lo que representa”, sentenció.