1351 días después o, lo que es lo mismo, desde el 23 de julio de 2017 -cuando se llevó el triunfo en el Open Championship-. Este es el tiempo que había pasado desde que Jordan Spieth (66 golpes, -18) consiguió su último entorchado en el PGA Tour. En este intervalo ha habido muchos altibajos, una pandemia y, por supuesto, una recuperación que ya se atisbaba en los últimos tiempos y que nos hacía pensar con una más que posible vuelta entre la élite. Pues ha tardado en llegar, pero el jugador de Dallas ha dado toda una lección al lado de casa para volver a reinar en este deporte y de paso colocar el duodécimo triunfo de su carrera en la gira americana.
Una victoria que cimentó desde el comienzo del día gracias a los dos birdies de las tres primeras banderas que le dieron su primera ventaja en la tabla sobre Matt Wallace (70 golpes, -14), con el que salía empatado al último encuentro del torneo. Así, aunque el texano concedió un bogey en el 4 después de una mala salida desde el tee, dos aciertos más en el 6 y el 8 le permitieron colocar un importante tres bajo par en el día con el que abrió una importante brecha sobre sus rivales. Y la segunda parte del recorrido no hizo más que confirmar lo que había sido un secreto a voces las últimas semanas: Spieth ha vuelto.
Los aciertos en el 12, el 14 y el 17 reivindicaron esta tendencia y el joven jugador norteamericano se fue hasta el -18 en la semana previa al Masters, el campeonato con el que se fraguó su nombre en el ya lejano 2015. Completaron el podio el ya mencionado Wallace, que se marchó al tercer escalón, y Charley Hoffmann (66 golpes, -16), quien tuvo que conformarse con el subcampeonato después de una ronda final en la que rayó a gran nivel con los seis aciertos sin errores.
Por lo que respecta a Rafa Cabrera Bello (68 golpes, -1), el grancanario consiguió un final a la altura de las circunstancias gracias a cuatro birdies sin fallos para instalarse definitivamente en el Top 44 y recuperar algo de terreno con respecto a la jornada del movimiento en la que tanto se dejó por el camino. Un resultado que, aunque apenas le hace mejorar cuatro posiciones en la FedEx Cup, tiene que ser un punto de inflexión a través del cual seguir creciendo en su juego.
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