Todavía quedan cinco meses para que arranque la Ryder Cup que deberá conducirnos la última semana de septiembre al Marco Simone romano. Sin embargo, seguimos sin conocer qué criterios tendrán en cuenta los equipos para poder completar sus rosters. Y la gran pregunta que se hace todo el mundo a estas alturas es si los jugadores que han dado el salto a la LIV Golf League van a poder ser elegidos como parte del proceso de wildcards que tienen reconocidos los capitanes -seis por cada uno de los combinados- o, al menos, poder ser seleccionados para formar parte del cuerpo técnico.
Una duda que, aunque todavía tardaremos un par de meses en despejar, parece que se va aclarando. Al menos, por lo que respecta a las intenciones que pretende lograr Luke Donald, quien no esconde sus preferencias para poder situar a su lado piezas claves que en estos momentos se encuentran enroladas en la gira árabe. Es el caso de su hermano, que ya desempeñó un papel en las dos últimas ediciones en las que el inglés ejerció como vicecapitán, y que en estos momentos se encuentra llevando la bolsa de Steele en en el LIV.
“La verdad es que no tengo muchos comentarios acerca de que Christian haya optado por formar parte del LIV. Para alguien que tiene 51 años y dos hijos de apenas cuatro, es una enorme oportunidad. Conoce su calendario de antemano, tendrá dinero garantizado, viajará poco y estará más cerca de su familia. Si tenemos en cuenta todo eso, para él será una ventaja. Vas adonde va tu jugador y se acabó”, señaló el timonel de la nave del viejo continente, antes de dejar caer la bomba.
“Estoy seguro de que estará en la Ryder. Todavía no hemos mantenido una conversación seria acerca de esto, pero estoy convencido de que pueda hacer su papel”, sentenció. Una puerta abierta a la espera de que descubramos si nombres como Sergio o Ian Poulter van a poder seguir formando parte de esta competición que tantos éxitos les han dado.
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