Todavía es muy pronto para sentar cátedra con cualquier atisbo de fecha para la vuelta de la competición -y mucho menos viendo cómo se está expandiendo el virus por todo el mundo-, pero el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lo tiene bien claro: quiere que en agosto o, a más tardar, en septiembre la gente vuelva a acudir a los eventos para disfrutar del mejor Golf del planeta. Una declaración de intenciones que tiene su peligro después de que en países como Alemania -donde la propagación del COVID-19 lleva unas semanas de ventaja- los expertos estén aconsejando que competiciones con aglomeraciones como el fútbol se jueguen a puerta cerrada hasta el 2021.
Esto fue lo que afirmó el magnate norteamericano este pasado sábado en una audioconferencia con los comisionados del PGA Tour y la LPGA, Jay Monahan y Mike Whan, además de con otros diez líderes de la liga. En ésta, tal y como asegura ESPN, Trump confió en que los espectadores pudieran volver al campo pasados cuatro o cinco meses. Una medida que no deja de sorprender después de que no se sepa ni siquiera cuándo va a poder reanudarse la competición -de momento está en pausa hasta bien entrado mayo, pero nadie duda de que las cancelaciones van a seguir llegando en las próximas semanas-.
“El presidente quiso reconocer el buen trabajo realizado por el conjunto de las giras y los propios jugadores para cuidar de sus comunidades, trabajadores y fans de todo el país”, puede leerse en un comunicado emitido recientemente por la Casa Blanca. “Los comisionados, asimismo, quisieron agradecer al presidente su liderazgo nacional y por su interés en la industria del deporte. Donald Trump los alentó a continuar apoyando a sus conciudadanos durante este momento tan difícil en la historia de la nación”, concluye la nota de prensa.
Un auténtico brindis al sol en un momento complicado en el que el deporte pasa a un segundo plano. Aunque algo positivo tenemos que sacar de todo esto: la lucha contra un enemigo común para el mundo entero seguro cambiará la perspectiva etnocéntrica a través de la que miramos el planeta.