Paso a paso Europa va logrando el primer gran objetivo que se ha propuesto el equipo de Catriona Matthew de cara al domingo: salir a los individuales con un par de puntos de ventaja con los que afrontar con garantías los últimos envites dominicales de esta Solheim Cup. Y es que si en los foursomes de la mañana del viernes el combinado del viejo continente logró sacar una pequeña ventaja de medio punto, en este turno de tarde se han firmado las tablas para colocar en estos momentos un 3,5 a 4,5 para Europa.
Y gran parte de culpa de que esto sea así la han tenido las españolas, que han vuelto a evitar caer derrotadas en sus encuentros después de una jornada maratoniana en la que ambas han repetido pareja –Law la pamplonica y Hull la malagueña- y en la que han sido capaces de sacar rédito de todos los encuentros. Especialmente buena ha sido la actuación de Azahara, que ha sumado un punto y medio de los dos que ha jugado después de demostrar un gran nivel de juego que a buen seguro le permitirá participar mañana –veremos si con la navarra de pareja-.
Aunque también es cierto que la cosa podría haber ido incluso mejor si no llega a ser por el fatídico 18, que le ha insuflado un soplo de aire fresco a una Estados Unidos que llegaba a esta bandera uno abajo tanto en el encuentro de Azahara como en el de Carlota. Sin embargo, un birdie de Altomare en el primero y otro de Lexi Thompson en el segundo dieron al traste con la posibilidad de ver a las locales dominando con autoridad tras el transcurso de la primera jornada.
Y es que de los encuentros que finalizaron antes las jovencísimas Ally McDonald y Angel Yin dieron buena cuenta de Nordqvist y Hedwall por un contundente 7&5, mientras que Pettersen y Van Dam hicieron lo propio poco después por 4&2 ante Kang y Salas. Así pues, las espadas en todo lo alto con una jornada de sábado que se antoja emocionante en Gleneagles.