Hubo un momento este sábado en el que al número 1 del mundo le salía absolutamente todo. Y no hay más que darse un paseo por su hoyo 13 para descubrir que ni él mismo se explicaba qué estaba sucediendo con su putter. Después de una salida alejada del agujero -concretamente a más de catorce metros-, el deportista de Columbia se cuadró y pegó uno de esos golpes ante el que no puedes hacer otra cosa que aplaudir.