Nos las prometíamos muy felices a comienzos de semana con las numerosas dificultades que tuvo Dustin Johnson (65 golpes, -7) para hacer el corte -recordamos que lo logró con tres birdies en los cuatro últimos hoyos de su ronda del viernes-, con lo que ello implicaba para la retención una semana más del número 1 mundial por parte de Jon Rahm. Sin embargo, el gran final de ronda vivido el viernes le sirvió de acicate de cara a la jornada del movimiento y nadie puede descartar a estas alturas que el bombardero de Columbia no pelee por conquistar el Travelers Championship.
Y es que DJ ha tenido un ascenso de 49 plazas este sábado después de una extraordinaria ronda con seis birdies y un solitario error para situarse en la séptima plaza, a sólo dos impactos de la tercera posición del podio que le abriría de par en par las puertas del número 1 y, lo que es más importante, a sólo tres golpes de los dos líderes de la prueba: Kramer Hickok (68 golpes, -10) y Bubba Watson (68 golpes, -10). Una situación que seguro hubiera firmado a comienzos de semana y que le hace ser optimista en relación con los últimos 18 hoyos del torneo.
Un evento en el que, pese a la proeza de fuerza realizada por DJ, son Watson y Hickok los que se han ganado el derecho de contar con todos los focos gracias a sus primeros 54 hoyos. De hecho, Hickok podía haber obtenido el liderato en solitario de la prueba si no llega a ser por los dos bogeys cosechados en los dos últimos hoyos tras marrar sendos putts alrededor de los dos y los tres metros. Antes de eso, el deportista de 29 años había actuado con pulcritud con una vuelta en la que cuatro birdies sin errores lo habían situado en lo más alto. Ahora tendrá que batallar con su compañero de juego y con la parte de atrás para ver si puede estrenar su casillero de triunfos en el PGA Tour.