Por más que estén contra las cuerdas, por más que parezca que se encuentren a punto de besar la lona, por más que den la sensación de estar a merced del rival en una esquina del cuadrilátero… Nunca hay que dar por vencido a Estados Unidos hasta que suene la campana. Porque la infinita calidad del equipo de las barras y estrellas permite esto: revolverse cuando menos te lo esperas para soltar un gancho directo a la mandíbula. Nocaut. Y el equipo internacional lo vivió este domingo en sus carnes con una remontada épica que encumbra la primera aventura de Tiger como capitán.
Precisamente fue el californiano el que empezó a mover el avispero con su victoria en el primer encuentro de los individuales -el quince veces ganador de Majors ha conseguido ganar este año los tres puntos que ha disputado- después de no darle ninguna opción a un Abraham Ancer superado por la situación. El mexicano no consiguió ponerse por delante del americano en ningún momento del envite y la infinita calidad de Tiger hizo el resto con un 3&2 que colocaba a uno a su equipo (10-9).
Un resultado que tardó sólo unos pocos minutos en darse la vuelta tras los claros triunfos de Patrick Reed y Dustin Johnson ante los asiáticos CT Pan y Haotong Li, respectivamente. El 4&2 y el 4&3 reflejaban a la perfección lo aciago que estaba siendo el domingo para los pupilos de Ernie Els, que ni siquiera se pudieron llevar el punto en el duelo entre Matsuyama y Finau que el japonés dominaba cuatro arriba tras su paso por el 10. Hasta aquí los norteamericanos pudieron sacar petróleo con medio punto que sabía a gloria después de ir por detrás durante todo el partido.
De hecho, la reacción de los locales llegó de la mano de Hadwin, que le birló medio punto a DeChambeau después de un bogey del americano en el 17, y sobre todo por parte del surcoreano Sungjae Im, quien se deshizo sin problemas de Gary Woodland por un esclarecedor 4&3. En esos instantes todo estaba en el aire con un empate a 12 en el tanteador, pero todo se empezó a teñir de rojo, blanco y azul con las victorias de Cantlay ante Joaquín Niemann por 3&2 y las de Schauffele y Simpson contra Scott y An por un doble 2&1. En esos instantes USA se aseguraba el empate y retener el título hasta 2021.
Pero quien acabo decantando la balanza fue Matt Kuchar tras empatar ante Louis Oosthuizen unos minutos después de que Cameron Smith metiera el miedo en el cuerpo a los visitantes derrotando a Justin Thomas por 2&1. En el último encuentro, ya con todo decidido, Fowler y Leishman sellaron las tablas para colocar al Team USA con once victorias en trece ediciones de esta competición.
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