Los fourballs le están sirviendo a Estados Unidos para distanciarse tremendamente del equipo europeo. Nada más y nada menos que un 7 a 1 es el global de los ocho puntos en juego disputados entre el viernes y el sábado bajo esta modalidad. Un balance complicado de asimilar por el viejo continente, que necesitará más que un milagro si quiere recuperar la corona de la Solheim Cup en la última jornada con los encuentros individuales encima de la mesa.
Y es que todas las jugadoras del equipo capitaneado por Julie Inkster rindieron a las mil maravillas en el turno de tarde del sábado, volviendo a demostrar la gran selección que ha llevado a esta cita el país de las barras y estrellas. Siéntanse y disfruten de lo mejor de la ronda vespertina, donde solo Anna Nordqvist y Jodi Ewart fueron capaces de arrebatarles un punto a las locales.