El jugador de la eterna sonrisa, que nos dejó el pasado 8 de agosto a la temprana edad de 36 años, recibe así el reconocimiento de su país a una vida dedicada a la superación

Casi cuatro meses después de que nos dijera adiós, Jarrod Lyle continúa más presente que nunca. Y es que el Australian PGA Championship, el primero que se disputa sin el australiano de la eterna sonrisa, se ha llenado de amarillo en recuerdo de su memoria. Jugadores de todo el mundo han querido así rendirle tributo a un deportista único que, más allá de sus logros en el campo de Golf, fue todo un ejemplo de entereza y coraje a pesar de haberle tocado batallar contra la leucemía hasta en tres ocasiones. Esta semana, Gold Coast se teñirá de su color preferido para recordarle pues, como dijo el poeta, solo muere quien cae en el olvido.





