De tan simple que es parece mentira que tenga que recordarse que la seguridad de espectadores y jugadores en un campo de golf se encuentra por encima de cualquier otra cosa. Pero las recientes lesiones y consiguientes indemnizaciones reclamadas por las personas que sufrieron algún tipo de contratiempo por una bola perdida han llevado al circuito europeo a iniciar una campaña de concienciación sobre la obligación por parte de los jugadores de pronunciar la palabra “fore” siempre que la pelota en juego entrañe riesgos de golpear a cualquier aficionado.
Puede parecer una tontería, pero ya hemos visto a más de uno caer a plomo tras recibir un bolazo mientras se encontraba paseando por las inmediaciones del campo de golf. Es por esto que la dirección del European Tour ha dejado a un lado el difícil tema de intentar parar el juego lento y se ha volcado en un asunto de interés para todos cuantos forman parte de un torneo –los aficionados, para evitar lesiones; el propio circuito, para evitar tener que pagar cuantiosas sumas de dinero a los lesionados y los jugadores, que a partir de ahora serán sancionados-.
Si, han leído bien. Sancionados. Y es que por fin las plegarias de los marshalls y los espectadores han sido escuchadas. “Se recuerda a los miembros que el uso de la palabra fore sigue siendo la manera tradicional y la advertencia esperada por muchos cuando existe peligro de golpear a alguien. Se ruega cumplir los estándares aceptados para la práctica del golf so pena de ser sometido a una sanción disciplinaria”, se podía leer en un comunicado distribuido por la gira del viejo continente durante el pasado Turkish Airlines Open.
Sabe muy mal tener que recurrir a este tipo de medida de presión, pero peor es que alguien salga malparado por la desidia de algunos. Aunque nada de esto pasaría si se tuviera siempre presente en el campo el código del sentido común.