Si bien habíamos sido testigos desde el reinicio de la competición de muchos casos por COVID-19 en grandes figuras del PGA Tour -algunos de los casos más conocidos fueron los de Dustin Johnson y Sergio García-, tocábamos madera porque en la LPGA todavía no se hubiera producido esta situación entre los nombres importantes del circuito femenino. Pero como para todo hay una primera vez, ésta ha llagado hace sólo unas horas de la mano de la norteamericana Brittany Lincicome, que se pierde el Volunteers of America que se inicia este jueves y veremos si no trastoca sus planes de cara al final del curso.
La razón es que la jugadora de 35 años se encuentra en el puesto número 67 de la Race to CME Globe a falta del evento de esta semana y del US Women’s Open de la próxima para cerrar las 70 invitaciones al evento final de la gira. Y si tenemos en cuenta la cuarentena que tiene que guardar obligatoriamente la deportista de las barras y estrellas nos encontramos con que muy probablemente Lincicome se acabe de despedir de la temporada después de varias semanas de descanso.
De hecho, se enteró de su positivo en su casa después de seguir el protocolo de la LPGA en el que las integrantes de la gira deben someterse a un test antes de viajar y una vez lleguen al torneo. Por suerte, como la misma jugadora informó a través de un comunicado en su perfil de Instagram, tanto su marido como su hija han dado negativo.
“En estos momentos lo que he hecho ha sido aislarme y trabajar en el rastreo de las personas con las que he tenido contacto. Tengo síntomas leves, así que lo que más me duele es perderme el torneo. Estaré en casa hasta que sea seguro retomar mi agenda”, sentenció la bicampeona de Majors.