Seguro que recuerdan la batalla legal que emprendieron Ian Poulter, Adrián Otaegui y Justin Harding -a la que más tarde se unieron otros trece jugadores– cuando se hizo público por parte del DP World Tour que se iban a emprender acciones contra todos aquellos golfistas de la gira europea que participaron en el Portland Invitational del LIV Golf. El circuito que preside Keith Pelley, además de prohibir a estos golfistas formar parte del Scottish Open, del Barbasol y del Barracuda -eventos cosancionados con el PGA Tour-, los multó con 105 mil euros. Un hecho que enervó a los jugadores, que acudieron al juzgado para tratar de frenar todo esto.
Y en un principio todo fue bien, pues un tribunal británico decretó la suspensión momentánea de las sanciones a la espera de la celebración del juicio, que tuvo lugar en febrero del presente año. Sin embargo, y a tenor de lo que se ha desprendido de unas informaciones publicadas por el Times of London, todo parece indicar que el DP World Tour ha ganado la batalla contra estos golfistas. Una noticia que todavía no se ha hecho pública y que, por lo tanto, no han querido airear desde la gira del viejo continente.
“Por respeto a la confidencialidad del proceso llevado a cabo por Sports Resolutions, no haremos ningún comentario sobre ningún aspecto del caso hasta que se anuncie formalmente la decisión”, confirmó un portavoz del DP World Tour hace escasas horas a Golf Channel. Y es que, a pesar de que todo apunta de que será en los próximos días cuando el fallo se haga público, todos los temas judiciales que tengan un mínimo de relación con el LIV se están tratando con una gran cautela.
Una decisión que supondría otro gran mazazo para la gira árabe en clave judicial a la espera de que se celebre el gran juicio contra el circuito americano por la acusación de monopolio.
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