Cameron Champ puede destrozar la bola. El estadounidense, famoso por ser uno de los pegadores más potentes del PGA Tour, confirmó su reputación ganando la categoría de distancia desde el tee de salida (Driving Distance) durante la temporada 2018-19. El promedio de distancia de los golpes con el driver de Champ fue de 289,86 metros.
En las dos temporadas anteriores, Rory McIlroy alcanzó estadísticamente el record de distancia con el driver en el circuito estadounidense. Y en 2016, J.B. Holmes lideró esa categoría.
Aunque los prodigiosos golpes de salida de este trío dejaron boquiabiertos una y otra vez a los fans, su dominio en la distancia no se tradujo necesariamente en logros dentro de la FedEx Cup. Champ terminó en el puesto 62 de la clasificación final de la FedEx Cup, McIlroy acabo 58º en 2017 y 13º en 2018, y Holmes concluyó la temporada 2016 en el 30º puesto. No es algo inusual. En los 13 años de historia de la FedEx Cup, el ganador de la categoría de distancia con el driver nunca ha llegado a número uno de la temporada.
En 2019, dos años después de hacerse profesional, Champ irrumpió en escena ganando el Sanderson Farms Championship, que continuó con otra victoria en otoño en el Safeway Open, un torneo que forma parte de la temporada 2019-20 recientemente retrasada del PGA Tour. Champ siempre ha sido reconocido por su larga distancia con el driver. Su ascensión al circuito y sus victorias demuestran que su juego no se limita al espectáculo desde el tee. De hecho, a lo largo de su progresión en el golf profesional, Champ ha aprendido que la precisión, combinada con propulsar su bola más allá de las de sus competidores, también es un factor importante.
“Creo que mis golpes de salida han mejorado drásticamente en términos de precisión, lo cual es bueno”, dijo en 2018 antes de conquistar su primera victoria en Mississippi. “También me invento algunos golpes que me ayudan a poner la bola en el fairway. Una vez que la ronda está en marcha y me voy sintiendo cómodo, me dejo llevar un poco”. Dicho de otro modo, Champ se ha dado cuenta de que a veces es bueno sacrificar un poco de distancia si ayuda a mantener la bola en el fairway.
Incluir en la ecuación la categoría de precisión con el driver (Driving Accuracy) contribuye a demostrar la necesidad tanto de precisión como de distancia para lograr el objetivo general. No obstante, conseguir tener éxito en un aspecto sin lograrlo en el otro resulta aparentemente problemático. Desde 2007, tan solo uno de los líderes en precisión con el driver ha terminado entre los diez primeros de la clasificación de la FedEx Cup: Chez Reavie, en 2019, cuando acabó el año en el octavo puesto de la FedEx Cup.
La temporada de 2017 de McIlroy es un ejemplo perfecto. Aunque fue por primera vez el líder de distancia con el driver, sus trayectorias desde el tee de salida fueron salvajes y acabó 161º en términos de precisión, con lo que sumó 162 puntos dentro de la categoría total (Total Driving) para el drive, en la que se combinan ambos parámetros. El norirlandés terminó 56º en esa categoría, empatado con Zach Johnson. Johnson había sufrido la combinación inversa: 22º en precisión, pero 140º en distancia desde el tee.
McIlroy sigue muy de cerca sus estadísticas en todo momento del año. Cuando considera que está teniendo dificultades en algún aspecto de su juego –aunque siendo número uno del mundo tiene pocos puntos débiles– lo convierte en una parte importante de sus sesiones de práctica. En ocasiones ha incluido sus golpes con el driver.
“Creo que muchos jugadores están empezando a usar datos de ShotLink como ayuda para gestionar el campo. Pero también depende de cómo practiques. La semana pasada consulté un informe estadístico de mis semanas en Torrey Pines, Riviera y México, y lo usé como base de mis sesiones de práctica para las siguientes semanas”, dijo McIlroy a principios de la temporada después de competir en el Farmers Insurance Open, el Genesis Invitational y el WGC-México Championship. “Son cosas que más o menos sabes, pero es bueno tener delante esos datos objetivos. Y los uso para muchas cosas diferentes. Son muy importantes”.
Aunque no se trata de un modelo perfecto –teniendo en cuenta que también influyen los golpes con los hierros, el chipping, los tiros desde la arena y, por supuesto, el putt– la estadística total de driver, en la que se tiene en cuenta la combinación de distancia y precisión, demuestra la importancia de los golpes desde el tee de salida.
En 2018, el inglés Justin Rose ganó la FedExCup el mismo año que lideró la categoría total de driver. Esa temporada, Rose fue 34º en términos de distancia y 33º a nivel de precisión, no muy bueno pero sólido en ambas categorías. En 2015, el sueco Henrik Stenson terminó segundo en la FedExCup, por detrás de Billy Horschel, y ganó la categoría total de drive (12º en precisión y 43º en distancia).
“La parte más importante de mi swing con el driver es generar potencia desde el punto en que mis pies conectan con el suelo”, dijo Rose a Golf Digest en 2014. “El momento clave del movimiento hacia abajo de mi swing cuando estoy a mitad de camino. En ese momento, estoy concentrado en acumular potencia y mantener la altura. Mantengo la presión sobre el suelo a través de mis pies. Con toda esa inercia, puedo propulsar y soltar el palo con potencia para impactar la bola. Si me concentro en el golpe y me mantengo conectado con el suelo, pego un golpazo al medio del fairway”.
Una vez que se reanude la competición en el PGA Tour este año después del parón provocado por la pandemia, las miradas se centraran naturalmente en los jugadores que pueden destrozar la bola desde el tee de salida. Así era cuando Sam Snead era el pegador más potente del circuito, y le sucedieron jugadores como Jack Nicklaus, John Daly y los bombarderos de hoy en día, como Champ, Dustin Johnson y Tony Finau. Pero sería aconsejable que los seguidores del golf observen dónde aterrizan esos golpes con el drive. La clave está en la distancia Y la precisión, lo que podría explicar porque McIlroy ocupa actualmente el primer puesto del ranking mundial y el tercero de la FedEx Cup.
Porque cuando a McIlroy le funciona el driver,… es difícil ganarle.