Después de los retrasos, dimes y diretes y de una pandemia mundial por medio parece que la Ryder Cup se llevará a cabo el próximo año. Si nada ni nadie lo remedia del 24 al 26 de septiembre Whistling Straits será testigo de la 43ª edición de un torneo que tiene al equipo europeo como defensor del trofeo después del sonado 17,5 a 10,5 que le endosaron los pupilos de Thomas Bjorn a los chicos de Jim Furyk en París. Un meneo en toda regla que todavía escuece por tierras americanas y que, de cara al próximo año, tendrá una novedad en el bando europeo.
Y es que esta semana el equipo del viejo continente ha dado a conocer que cambia el sistema de puntos de cara al próximo año para darle la oportunidad a muchos jugadores de estar a finales de septiembre en Estados Unidos. Una modificación sencilla que, sin embargo, favorecerá la competitividad tanto en el European Tour como en otros eventos valederos para el ranking mundial. Primero, porque el nuevo sistema hará que los puntos de la Race to Dubai y los de la clasificación mundial empiecen a multiplicarse por 1,5 a partir del 1 de enero y hasta el 9 de mayo -este sistema lleva congelado desde julio-.
Segundo, porque a partir del British Masters -15 de mayo- y hasta el BMW PGA Championship -12 de septiembre-, estos puntos se multiplicarán por dos en la recta final de la búsqueda de una plaza para la Ryder. “Esta ponderación compensará todavía más a los jugadores que lleguen en forma al evento y dará todavía más interés a una temporada que ya de por sí parece emocionante”, señaló en un comunicado el capitán Padraig Harrington. “He estado atento a los jugadores europeos a uno y otro lado del Atlántico en los últimos meses y me ha animado mucho lo que he visto. Espero ver cómo se llevan a cabo estas modificaciones en las clasificaciones finales”, sentenció.