Uno de los muchos problemas a los que iban a tener que hacer frente los jugadores foráneos del PGA Tour en la vuelta de la competición el próximo mes de junio era la restricción impuesta por el país norteamericano a ciertos territorios para la entrada de sus ciudadanos. De hecho, ésta era una de las reclamaciones de muchos europeos que pertenecen a la gira del país de las barras y estrellas –Tommy Fleetwood, Francesco Molinari y Lee Westwood han sido los últimos- para que decidieran cruzar el charco. Y hace unas horas sus súplicas han sido escuchadas -al menos en parte-.
El Secretario de Seguridad Nacional Chad F. Wolf firmó el pasado viernes la orden que permite a cientos de atletas profesionales junto a su staff técnico viajar sin ningún tipo de limitación a Estados Unidos. Estos estarán exentos de las restricciones de entrada que se establecieron para los residentes no estadounidenses. Aunque, eso sí, nada les salvará de hacer la cuarentena de catorce días a su llegada. Una instrucción que afecta tanto a los golfistas del PGA Tour como a las de la LPGA, además de a los deportistas de otras competiciones como la Major League Baseball, NBA, NHL, WNBA, ATP y WTA.
“Los eventos deportivos profesionales brindan beneficios económicos muy necesarios. Asimismo, facilitan el orgullo comunitario y la unidad nacional. En el entorno actual, los estadounidenses necesitan sus deportes. Es hora de reabrir la economía y de que nuestros atletas profesionales vuelvan a trabajar”, escribió Wolf. Ahora bien, el problema es cuántos de los deportistas que pueden acogerse a esta exención van a hacer uso de ella. Una noticia que se une a la que transmitió el propio Tour acerca de cómo van a ser los viajes que lleven a cabo tanto golfistas como caddies semanalmente en el circuito.
Y es que según lo adelantado por Golf Channel, cada vuelo chárter que se lleve a cabo en los modelos Boeing 737 tendrá 114 asientos que, lunes a lunes, llevará a los jugadores de un torneo a otro cumpliendo todas y cada una de las medidas de seguridad. Los pasajeros no podrán utilizar los asientos centrales, deberán llevar puesta mascarilla y los billetes tendrán un coste de 600 dólares para el PGA Tour y de 300 para el Korn Ferry Tour.