Rory McIlroy jugaba el par 5 del hoyo 16 de Sawgrass. Con su primer golpe la bola recorrió 308 yardas -unos 278 metros- aunque se quedó limpia fuera de la calle. Intentó cazar el green de dos, algo que parecía que iba a suceder tras ver la buena línea que llevaba ese golpe, pero… La pelota no hizo lo que se esperaba y suelta, se fue por detrás del green hasta el agua, bogey y cara de póker para el norirlandés. Y es que el Golf en ocasiones es duro.
This shot deserved a better result. #QuickHits https://t.co/Ghbs0d30b2
— PGA TOUR (@PGATOUR) 12 de mayo de 2016





