En esta ocasión fue Jason Day el que pagó el hecho de que su golpe fuese casi perfecto al hoyo del 16 del TPC Four Seasons de Irving, y es que su bola jugada desde prácticamente 50 metros, en vez de quedarse pegada al agujero salió repelida desde la base del palo hasta el rough malogrando lo que parecía hubiese sido un birdie fácil con la correspondiente frustración del australiano.
When you’re too dialed-in … ¯\_(?)_/¯
Another reason why golf is hard.#QuickHits pic.twitter.com/9h85TTCQrf
— PGA TOUR (@PGATOUR) 18 de mayo de 2017